A ver qué sale...

“Tirando la toalla”

No obstante la megajoda del viernes, el sábado tuve que levantarme a las 4 de la mañana. El motivo: el llamado a las 5 AM del cortometraje donde fui invitado a participar como parte del “crew”. Fui el “script”, o en términos vulgos, el continuista. Ese papel sirve para seguir la… mmmm… continuidad (valga la rebuznancia); en pocas palabras, sirve para hilar que si el personaje se quedó en corte de escena con el brazo de una forma, o pose de otra, o una puerta abierta, o una maleta cerrada, al momento de filmar la escena que linealmente le sigue, esos movimientos o posturas sean las mismas. Creo que hice buen trabajo. Ahora menos que nunca perdonaré que en las super producciones hollywoodenses se les vayan errores de continuidad. Para mi pesar, “Spiderman” es la que lleva el récord de más errores: más de 150.
La locación fue una azotea. Todos a la intemperie. Me bronceé de lo lindo, brazos y rostro. Pareciera que me fui a alguna playa. Todos usaron bloqueador solar menos yo. Cuando ya eran las 7 AM y que ya no había luz de sol, pudimos retirarnos. Unos amigos me invitaron al cine, pero a esas horas ya estaba yo fastidiado. Me dirigí de inmediato a casa. Me detuve en una pozolería; conozco a la dueña desde hace años, pero estaba yo con semejante dolor de cabeza que al ver lleno el lugar la dejé hablando sóla y me dí la vuelta; ya no entré. Crucé la calle y compré unos “Choco-Roles”. Tenía años que no los comía. Al llegar a casa tenía fiebre. Creí enfermaría de algo, pero no, fue fiebre de tanto cansancio y por la tatemada del sol, sumado al ventarrón que incluso ocasionó que se cayeran unas pantallas y gelatinas para la iluminación del “set”. Me acosté a las 9.30 PM. Mi sueño fue interrumpido por una llamada de ED, a eso de las 12.30 de la noche. No pude dormir de inmediato sino hasta la 1 AM…
Me levanté a las 4 AM de nueva cuenta. A las 5 AM estaba ya en el set. Creo que dormí lo suficiente pues el resto del día me fue menos pesado.
Ha sido tal lo profesional que se comportaron la directora, el director de fotografía, los productores, y el resto del crew y que hacen un total de cerca de 40 personas, que me ha invadido la inseguridad y tengo temor fundado de que no seré capaz de manejar y dirigir al mismo equipo y mundo de gente para la realización de mi cortometraje que había aplazado por falta de dinero para el mes de febrero. Al despedirme lo hice saber al equipo. La mayoría se sorprendió. Definitivamente tiré la toalla. Ser director no es fácil y mucho menos coordinar a tantísima gente.
Me dedicaré a solamente escribir a ver si algún día, en alguna otra vida, tengo más suerte y alguien se anima a producir y dirigir mis historias. Podría reencarnar en la India, país donde se producen 600 películas al año (muy por encima de EEUU donde se producen 200 en promedio). Lo importante es no reencarnar aquí ni entre la misma gente…
¡Ah! Y quiero reencarnar siendo heterosexual, porque odio ser homosexual…

“Thanksgiving Day at Century City”

Viernes 25 de noviembre. 5 horas encerrado en el automóvil de la oficina… manejando.
Fue toda una Odisea. En esas 5 horas hice las siguientes paradas:
1.- La colonia Condesa, al despacho de una abogada en sus cuarentas, muy mamona y cagante; en su época fue renombrada, pero todo en la vida llega a su fin. Ahora tengo que soportarla al haber sido contratada como abogada externa del lugar para el cual laboro… ahí perdí 45 minutos;
2.- Tribunales del fuero común en la Colonia Cuauhtémoc… Mi pasante me acompañó en todo el trayecto. Cuando me dijo cuál era la ruta o por donde estaban dichos tribunals, mi respuesta obvia fue “Los que quedan a una cuadra del ‘Living’”. Puso cara de no entender que era eso. Se jacta de su heterosexualismo así que ni modo, a explicarle… ahí se me fueron otros 45 minutos, ya que tuve que hacer un escrito de emergencia, no en un escritorio público, sino en una ¡agencia de viajes! Sí, aún hay gente buena en éste cochino planeta. Una vendedora me ayudó. Así sería mi cara de desesperación que se ofreció a hacer el escrito en su cubículo. Le llevaré una caja de chocolates;
3.- Otro despacho en Polanco. Ahí perdí solamente 10 minutos, ya que el abogado a quien vería, iba también saliendo, así que me despachó sobre el cofre de su coche, un Passat. Y yo que lo había visto llegar en motocicleta a los Juzgados en alguna ocasión;
4.- Otro despacho en la famosa “Torre del Pantalón” en Bosques de las Lomas. Yo quiero tener un despacho así cuando sea grande… Mmmmh, a los 35… ¿ya se es grande?... Creo que entonces major digo: “Yo quiero tener un despacho así cuando sea grande en la próxima vida”… A veces tiene sus ventajas creer en la reencarnación… como que apacigua esos sentimientos de frustración; ahí tardé 15 minutos, lástima pues ahí se puede dar uno Buenos tacos de ojo;
5.- Otro despacho en el area de corporativos de Century City… perdón, de Santa Fé. Lo siento, es que no puedo dejar de asociar el aire que tiene esa zona con “Century City”, una pequeña ciudad camino a Santa Mónica allá en California; ahí tardé unos 30 minutos.
En resumen, entre manejada y permanencia en tanto despacho, tardé 5 horas en la calle. El tráfico de viernes en temporada pre-navideña fue asqueroso. Al llegar a mi oficina mentando madres, una secretaria de mi oficina que según ella es la tipa más fresa, me dijo que quizá el tráfico se debía a que en Estados Unidos era el “Thanksgiving Day”. Es la hipótesis más pendeja que haya oído. Gracias a su comentario, así como una llamada con Alex de cerca de 10 minutos, sonreí, lo cual calmó un poco mi hastío, fastidio y dolor de cabeza de un día tan asqueroso.

“Tanque de gasolina para un troncomóvil”

Nunca me he llevado bien con una fulana de mi trabajo a la cual yo apodé como “La Mary Pepa” (y todos ya la conocen como tal). Es una tipa de unos 50 años que fue ama de casa toda su vida, pero al morir su marido, tuvo que cambiar su “status” de “mantenida” a “productiva”. Y hela ahí, trabajando en cuestiones de auxilio en labores contables. Y el motivo del apodo es porque (cuando me llevaba bien con ella) me contó que su difunto esposo trabajó 10 años con españoles, y por ello ze le había pegao’ el azento... Pobre idiota. Bien dice el dicho que si quieres conocer al indito, dale un puestecito.
La cosa es que la Mary Pepa compró flores de Nochebuena para cada escritorio. Tocó el turno de llevarme la mía, y al hacerlo me dijo textual “Hola gordito... aquí te traje tu flor... cuídala bien... y te la regalo para que el día 16 de diciembre te la lleves a tu casa...”.
1.- ¿Gordito? ¿¿GORDITO?? Grandísima pendeja... sé que ya sabe que yo fui quien le apodó “Mary Pepa”... y siempre le robo el espacio de su cajón de estacionamiento... ¿no sabe que me estoy rompiendo la madre haciendo spinning? ¿Y me llama “gordito”? Sé que ahora estoy bajando de peso, pero ¿nunca me vio en mi época de mamado? ¡Eso no es ser gordito! Mañana mismo meteré un escrito por escrito y firmado por más de la mitad de los empleados para que la corran. Alegaremos que no nos proporciona la papelería suficiente por coda...
2.- ¿Me regala la flor? ¿Acaso salió de su bolso? Si con trabajos y tiene para mantener su carcacha “New Yorker” 1986. Las flores salieron de la propia oficina. Ella no me va a regalar nada. Antes de eso soy capaz de regalarle un tanque de gasolina para que su troncomóvil pueda andar.
...
Sé que no debería ser tan aprehensivo... pero ese incidente de la flor me tuvo bastante incómodo durante el día... “gordito”...
PENDEJA.
(¿Porqué la palabra preferida de insulto de nosotros los gays es “Pendejo(a)”?)

“Pecas”

Otra reunión con mis amigos cineastas. Ésta ocasión fue allá por los rumbos de San Fernando. Una amiga organizó una cena italiana para nosotros, fuimos los mismos 14 que habíamos estado reunidos tan solo el sabado pasado en Río Frío… y unos 3 ó 4 agregados más. Nos amanecimos bailando y cantando. Les he dicho ya que los veo más que a mis propios padres y eso que no vivo con ellos.
Siendo las 3 A.M. jugamos “Yo nunca nunca”. El juego es buen pretexto para autobalconearse y empedarse. Trata de lo siguiente: hacemos un círculo. El balconeado (o balconeador en turno) hace una expresión al aire, ejemplo: “Yo nunca nunca he tenido sexo videograbándome” o “Yo nunca nunca he hecho un trío sexual”, y una vez que lo ha dicho, aquellos que se encuentren en ese supuesto deben abstenerse de dar un trago a su bebida… pero aquellos que sí ¡a tomar se ha dicho! Un buen trago, así que es curioso estar dando el trago pero a la vez observar quienes también lo están haciendo. De tal suerte que además de empedarte de lo lindo, sabes los secretos de otros. Es la segunda vez que lo jugamos, y una amiga y un amigo siempre me proponen sentarnos juntos, pues dicen los otros, que somos nosotros 3 los más “cochinotes”. Las expresiones nunca-nunca son bastante radicales, desde una amiga que es algo ingenua (imperdonable en ella si se jacta de ser cineasta y vivir con su madre con cáncer) y que dice “Yo nunca-nunca me he besuqueado con un desconocido” (a lo cual casi todos dimos trago a nuestra bebida), hasta un amigo recién regresado de Barcelona con frases como “Yo nunca-nunca me he masturbado pensando en mi madre” (a lo cuál él fue el único que dio un trago a su bebida).
A las 4 AM cambiamos el juego: ¡Botella! Me castigaron teniendo que besarme en la boca con dos amigos completamente heterosexuales, lo cual no les quita lo desmadrosos, al grado que para más que yo no debía tener problema alguno, ellos fueron los aventados y me besuquearon incluso doble. Hicimos también un complot: pedí a mi amiga Alejandra quien estaba sentada frente a mi, que si me castigaba hiciera que me besuqueara con Gus, un noviecillo de otra amiga, bastante guapo, hetero (eso creo) y que a esas alturas había preferido quitarse prendas en lugar de castigo, así que estaba sin camisa y tenía pecas en la espalda (perdón, me matan las pecas en la espalda)… de cualquier forma, la botella no me hizo justicia y nunca apuntó hacia mí. ¿Quién entiende a la puta vida? Ahora que sí quería castigo, nunca cayó.
De las 6 a las 7 AM en que me corté, bailamos. Nuevamente los iPods nanos se lucieron.
Llegué a casa a las 8 AM. Ya había tráfico de sábado.
Me levanté a la 1 PM. Llegué tarde al gym y a las 2 tuvieron que correrme. Sólo pude hacer tríceps.

"Frase Célebre de alguien que no cree en si mismo"

Creí que éste diario era leído por nadie. Pero cuando estuve buscando alguna imagen relativa a helados de Xochimilco, para poder agregarla a mi anterior o ultimo post, la búsqueda en “Google” arrojó la frase "La vida es como los helados de los pueblitos en Xochimilco... te dan una probadita y te gustan, pero no te puedes llevar toda la nevera."
Esa frase… ¡ES MÍA! La coloqué en el diario hará cosa de un año, quizá un poco más. Por un momento creí que mi diario (blog) estaba en las búsquedas de Google… me sentí importante, pero cuál sería mi sorpresa al ver que está insertada en la página de otra persona, alguien a quien desconozco (http://izumika.deviantart.com) pero por alguna extraña razón leyó o ha leído mi diario y tomó la frase para colocarla en el suyo.
Bueno, no fue plagio tal cual. Simplemente y mejor dicho, invocó la frase… y al final, después de las comillas, escribió "Frase Célebre de alguien que no cree en si mismo"…
En conclusion: alguien por ahí en la red, a quien desconozco, se tomó unos segundos para escribir 10 palabras acerca de mi, catalogándome como una persona que no cree en sí misma.
¿Será?

“ ‘Beso de Ángel’, ‘Arrullo de luna’, ‘Canto de sirenas’ y ‘Semen de asno’ ”

Alguna vez escribí en éste frívolo diario que la vida es tan cruel como los helados caseros de Xochimilco, esos de sabores y combinaciones exóticas como “Beso de Ángel”, “Arrullo de luna”, “Canto de sirenas” y “Semen de asno” (no sé si exista éste ultimo pero lo acabo de inventar). ¿Porqué lo dije? Porque todos son deliciosos y cuando simplemente te acercas a ver, te dan una cruel probadita en una cucharita de plástico (de esas que de tan corrientes, traen rebaba en las orillas). Saboreas las probaditas pero no puedes llevarte toda la nieve, es más, aunque la pagaras no entraría toda en el estómago.
Algo así me sucedió ayer en la oficina. La vida es cruel.
Llegué tarde, y ahí, ya en mi oficina, estaba esperandome un famoso actor. Olvidemos lo famoso… un guapísimo actor. Alto, rubio, ojos verdes, y dicen en las revistas y programas de chismes de espectáculos, que su cuerpo es producto de operaciones estéticas. ¿Semejantes y marcados pectorales son de silicon? ¡Quiero unos! Tuve que asesorarlo en una cuestión de un poder notarial que está a punto de otorgar. Nunca me dijo “abogado” o “Licenciado”, siempre me dijo “José Luis”, y yo ahí derritiéndome ante su imponente personalidad… ¿porqué demonios hay gente tan guapa? Cuando se despidió yo simplemente le ofrecí la mano, pero él en cambio me dio un abrazo. He ahí el equivalente a los helados. Me dio una probadita de 2 segundos de su cuerpo. Pero hasta ahí.
Y la crueldad continuó.
Apenas estaba él saliendo de la oficina, cuando afuera, en la salita, me estaba esperando ¡otro famoso actor igualmente güero, alto, ojos verdes! Pero éste sí mamado naturalito. Hermoso. Llevaba una camiseta gris sin mangas. Se notaban sus mega bíceps bronceados. Lo asesoré sobre un asunto de uso de imagen. Al final terminó platicándome sobre su participación en la porquería de programa “Bailando por un sueño”. Y al igual que el anterior, se despidió con un abrazo… el equivalente a una segunda probadita de otro helado…
Y ahí me quedé yo, en mi oficina, y ésta metáfora aún peor… ni siquiera con la pinche cucharita con rebaba…

“Cero… nada… rien!”

Y sigo haciendo spinning. Tanto que ahora me da hueva hacer pesas. Mi instructor me advirtió, y ahora veo que efectivamente estoy quemando músculo. Los que alguna vez fueran biceps y muslos de acero, ahora se han desinflado considerablemente. Estoy quemando mucha grasa. Eso sí, las piernas se me están marcando mucho, se notan venas por todos lados. No fornico conmigo mismo porque no soy contorsionista, pero ganas no me faltarían, con eso de que todos son una bola de apretados. Ya bajé una talla de ropa… una talla más para ser específico.
Mi setlist de música hoy en la mañana en mi iPod mientras hice spinning fue muy variado: “I disappear” de Metallica (justo la canción que escuchaba cuando choqué aquél julio de 2003 y que siempre he dicho hubiera quedado bien para algúna película de “Spiderman”); “Animal” de Pearl Jam (por cierto, espero con ansias su concierto del 9 de diciembre; como siempre, compré 2 boletos, aunque siempre termino rompiendo uno por no tener con quien ir); “Yes sir I can Boogie” de Baccara (una francesita que cantaba música disco setentera en ingles, así que se escucha demasiado puta y zorra); “Salvation” de The Cranberries (va tan acelerada la rola, que le metí a todo lo que dieron mis piernas, tanto sería que la bici hizo que saliera volando mi frasco de Bonafont); “Vertigo” de U2 (estaba de moda cuando fui a París en 2004); “Land of Confusion” de Disturbed (cover de aquella famosa de la Guerra Fría en 1986 y con el grupo Genesis); “Mona Lisa Overdrive” del score de la película “The Matrix” (dura 12 minutos así que está perfecta para utilizarla en buen ritmo en la bici); “Got the life” de Korn (leí que bautizaron así al grupo cuando uno de ellos había terminado de penetrar a otro sujeto y al salirse tenía en la puntita del pito un grano de elote… hasta asco me dio); “Heaven must have sent you” de Bonnie Pointer (totalmente disco setentera, ni sé quien coños sea la Bonnie Pointer, pero definitivamente tiene voz de negra); “Immigrant song” de Led Zeppelin (¿es gay Robert Plant?); “Smooth Criminal” de Michael Jackson (de cuando el tipo era cool y aún no lo cachaban en sus bajas perversiones); “Boogie Wonderland” de Earth, Wind & Fire (nótese que la música disco setentera, rules!)… y otras más que no recuerdo.
Fueron algúnos pares de años en que quise estar mamado para ver si le gustaba a alguien… cero… no lo logré… nada… Rien merde!
Ahora veré si quedando como vil palillo piernas de popote causo un mayor efecto. Hay que cambiar para tener a terceros contentos… desgraciadamente y aunque nos duela, así es y será por los siglos de los siglos…
…
Amén…

# posted by José� Luis : 12:33 PM

“Quédate así… te ves hermosa”

No lo niego. Pasé un excelente fin de semana. Celebramos el cumpleaños de un amigo en la casa de mis papas en Río Frío (no puedo decir “…en mi casa de Río Frío…” pues que yo sepa, las escrituras no están a mi nombre y al parecer la heredera universal sera mi hermana… chíngome yo trabajando pa’ hacerme de una).
Fuimos 14 personas, 7 hombres, 7 mujeres. Hicimos una fogata en el bosque y ahí nos dieron las 9 de la mañana. Vimos el amanecer acompañados de cobertores, algunos como a mi, me tocó cobertor textil, mientras que otros se hacían mutuamente cobertores humanos. Algunos ligaron y desaparecían por ratos (ahora sé que se íban a la cabañita). Y yo ahí, cantando con los demás y consumiendo 15 botellas de vino tinto. El frío ni mella hízo, era semejante la fogata donde tostamos salchichas y bombones. El setlist de música fue bastante variado: Joaquín Sabina, Lila Downs, Chabela Vargas, Electric Light Orchestra, Virulo (el cumpleañero es fan de éste último, así que nos tuvimos que reventar esa música por espacio de una hora) e incluso la fresa y coqueteo-a-lo-gay Olivia Newton-John. La música comenzó a la medianoche, y la quitamos a las 9 AM. Me puse jarra de lo lindo y tuve mis momentos: Alrededor de las 4 AM tome una foto a una amiga y su novio. Las llamas de la fogata la iluminaban de lo lindo, y cuando hubo un silencio de música le dije “Quédate así… te ves hermosa”. El otro momento también tuvo que ver con ellos; él le cantó una canción de Serrat. Era tal el sentimiento que me puse a llorar, se veían lindos ambos. Otra amiga traía su cámara de video, y uno a uno nos “entrevistaba” por separado. El tema: el amor. Cuando fue mi turno me puse a llorar frente a la cámara, y no era para menos, el contexto y atmósfera ayudaron: justo cuando estaba amaneciendo, se veían los primeros rayos de sol que se filtraban entre los pinos del bosque, la fogata a unos 10 metros, mis amigos alrededor de ella cantando “Piensa en mí” con Luz Casal, y yo con varios caballitos de tequila encima, sentado en la fuente con la cámara frente a mi en una especie de improvisado confesionario à-la-Big-Brother. Recuerdo que dije: “Gaby, soy el más incompetente para hablar del tema. Nunca he experimentado el amor, aunque sé que soy de los que se enamoran con facilidad. Lo difícil es encontrar quien se quiera enamorar de mi”. Fue cuando se me rodaron las lágrimas. Ella cortó el video y me abrazó. Lloró conmigo, no sé si de compasión o porque ella tal vez tampoco nunca se ha enamorado.
Ayer domingo todos comenzamos a “resucitar” a las 2 PM. Hicimos carne asada en el jardín a eso de las 5. Decidimos regresar a la metrópolis a las 10 PM para evitar el tráfico de domingo en la autopista. En ese inter, entramos a la sala, prendimos la chimenea (porque vaya que hace frío a esas alturas) y jugamos a “Big Brother”. ¿A quien nominaríamos para que saliera de la casa por el comportamiento en la fiesta? Al que creíamos “el fuerte de la casa” resultó el nominado con 12 puntos. La mayoría votó en su contra pues se dedicó a despertar y destapar a todos al mediodía, además que no ayudó en la parrillada.
Fue un fin de semana maravilloso. No niego que sentí envidia hacia la mayoría de ellos y ellas, cuando se acostaron con sus parejas en cobertores en el pasto, alrededor de la fogata y proponían figuras con las estrellas. Hice lo mismo… pero sin pareja.
Haremos una posada similar en diciembre. Pero irá el triple de gente.
Veo imposible que para entonces tenga con quien tirarme en el pasto… abrazarlo… y contar estrellas.