Saturday, March 19, 2005
Dicen que en la vida siempre hay una primera vez en todo. Hace unos días fue mi primera vez con “poppers” (no sé si los vaya a volver a probar), y anoche fue mi primer sexo en trío o “threesome”.
Una noche antes había yo visitado un antro gay bastante sui-generis: “Tom’s”. Un bar del llamado tipo “leather”, con música pasable, strippers en las barras y monitores con videos porno al por mayor. Fue ahí donde conocí a dos muy atractivos caballeros cuyos nombres creo ni les pregunté. El primero de ellos fue el que me atrajo desde que llegué: un muchachito blanco ojiverde, pelo chino y como de 1.85 m. de estatura. Lo curioso es que él tampoco me quitaba la vista de encima. Muy guapo y masculino. Llevaba una camiseta así que presumía sus bien formados brazos. Me limité a verlo sin intentar siquiera acercarme, ¿para qué? Sería infructuoso, yo jamás he sido atractivo para esos niños. Sin embargo, él se me acercó y comenzó a platicar. Supe que era nacido en Sinaloa. Creo que me volveré fan de los mazatlecos. Se retiró con una seña de “ahora vuelvo”. Se dirigió a donde estaba otro tipo. No tan guapo pero ojiazul. Éste tipo de unos 40 años, o quizá en sus 30s pero bastante ajetreadito. Hablaron entre ellos y el cuarentón me volteaba a ver a cada rato. El mazatleco también lo hacía y sonreía conmigo. Finalmente se acercaron. Resultaron ser pareja. El güerito de 26 años, y el otro de 40 y tantos.
Me agradó su forma de ir al grano. Directamente me la cantaron: eran pareja que quería darle un toque diferente a su relación y habían decidido tener sexo en trío “...y nos habeis gustao’ tú” dijo el cuarentón quien resultó ser español. Yo, entre indignado y curioso les dije que lo pensaría y me fui a tomar mi cerveza al otro extremo de la barra. Una hora después, y bien facilote, les dije que sí. Y media hora más tarde estaba yo entrando a un depa bastante moderno de la colonia Condesa.
Me senté en el comedor. Es la segunda vez que entro al depa de un ligue, en el que la sala ostenta semejante pantalla de plasma empotrada en la pared. Mi home theater sería felíz con una de esas. De igual forma escaneé todo el depa mientras platicábamos. Ellos estaban más nerviosos que yo. Mientras tocábamos el tema de las libertades sexuales entre las parejas, seguí viendo el depa. Sonreí y les dije que el depa era idéntico al usado como locación en la historia intermedia de la película “Amores Perros”, aquella donde una modelo queda paralítica en silla de ruedas, y su piruja mascota se pierde en la duela del piso. Ambos soltaron carcajadas y se sorprendieron de mi capacidad de observación. “Éste es ese departamento, aquí la filmaron” me dijeron. Y me enseñaron todo, desde dónde se habían hecho las tomas, dónde se había hecho el boquete en la duela para meter al perrito, y la recámara. Y sí, era la misma donde la actriz caía de la silla de ruedas y quedaba de bruces en el piso mientras su amante pateaba la puerta para entrar a la fuerza. Aprovechando nuestra presencia en la recámara, ahí nos quedamos y no salimos sino hasta 2 horas después.
Qué experiencia. Vaya que me gustó. Agradezco a los dioses que me haya tocado una pareja tan agradable para mi primera experiencia de sexo grupal. Los 3, en la cama king size practicando todo aquello que sólo se ve en las películas porno. Al final conté 6 condones usados. Al término del primer round y mientras hacíamos un “trenecito” volteé a mi alrededor, y como apenas hace 2 semanas en que amé el Glamour de Polanco en el otro encuentro sexual con un yuppie, me sentí estrella de cine porno. Éramos la mezcla perfecta de Tracy Lords, Ron Jeremy y un chico de “Bel-Ami”. Saber que en el lugar donde estaba yo parado cogiéndome al güerito mientras su “marido” le practicaba sexo oral, era probablemente el lugar donde Alejandro González Iñarritu daba instrucciones al “crew” de filmación de “Amores Perros”, provocó en mi el primero de los dos orgasmos que tuve en la noche. Prosiguió el güerito, y finalmente el galleguito.
Minutos después, yo, acostado entre los dos, platicábamos de nuestros respectivos trabajos mientras ellos, cada uno a mis lados, me acariciaban todo el cuerpo, los brazos, las piernas, el pecho. Me sentía un Cleopatro. Se incorporaron y me ofrecieron de tomar, como dije, me trataron bastante bien. Ni a una puta se le trata tan bien. Me levanté a darme un baño. Al salir ahí estaban los dos besándose y fajando. Me incorporé y cogimos todos por segunda ocasión.
Al término de la experiencia, salí, me acompañaron hasta mi coche y sin intercambiar nombres ni mucho menos teléfonos, nos dimos un abrazo. Arranqué. Ya del otro lado del camellón los observé. Ahí estaban los dos abrazaditos despidiéndome como si fueran mis padres que me despiden en el puerto y yo arriba del “Titanic”. El típico saludo de “Cachirulo”: “Adios amigos”.
Hace varios varios meses escribí en éste mismos diario una sesión de sexo con un ligue, en una recámara llena de muñequitos de cómics. A ese “post” lo titulé “Sex & the cómics”. Éste es “Sex & the Amores Perros”.
Me pregunto si alguna vez cerraré la trilogía con otro episodio similar.
Quizá el día que me enamore. Tener sexo enamorado será también mi primera vez.
Dudo mucho mucho que ese día llegue.
Wednesday, March 16, 2005
Hoy tuve un sueño feo, entiéndase una pesadilla. Me desperté llorando y sentí que mi corazón iba a explotar.
En mi sueño iba yo en mi auto, manejando hacia un lugar desconocido. Iba a algo relacionado con trabajo pues llevaba mi traje y corbata. Atravesaba yo una autopista en medio de la nada, y el tramo en el que yo iba perdido cruzaba una ciudad perdida. Ese tramo era una especie de segundo piso, o un puente quizá. Cuando me daba cuenta, estaba yo conduciendo en sentido contrario. Percatándome del error frenaba y me echaba en reversa. Al hacerlo, la mitad del auto quedaba en una pendiente hacia el vacío, dejando el auto completo en una posición de 45 grados. Alcanzaba a frenar incluso con el freno de mano, y el coche se detenía. Y ahí estaba yo, sosteniendo el auto. Debía meter la primera velocidad de forma adecuada para que la gravedad ni inercia hicieran que el coche se fuera hacia atrás a una muerte segura. Pero, de pronto, y para mi propia sorpresa miraba al cielo y pensaba “¿y para qué me salvo? No tiene caso, ya nada tengo que hacer aquí”. Y entonces en un equivalente a jalar del gatillo al suicidarse con un revólver, quitaba el freno de mano y soltaba el pedal, y el coche, inluyéndome en su interior, caía al vacío.
La caída fue larga, tan larga que la sentí claramente. El coche giraba en el aire, y yo ahí aferrado al volante y al cinturón de seguridad. En esa inminente muerte segura, mi vida pasaba frente a mi. Y la última de las imagenes, era la de mis papás. Fue entonces cuando sentí terror, dejarlos sólos, me aferré al volante y grité, no quería morir, sin embargo, sentía el peso del coche que me llevaba consigo. Aún tenía un pendiente: ver por mis papás; y ese simple pendiente no podía permitirme morir. Sin embargo, y sabedor que de un momento a otro me estrellaría, aflojé el cuerpo.
El coche tocaba tierra por fin. Un estruendo. Yo en el interior sentía claramente el golpe. Ahora sé porque en algo así la caída no mata sino el enfrenón. El coche quedaba boca abajo, llantas arriba, como esperando a ser penetrado por otro coche en la típica posición del “misionero”. Y yo en el interior, pulverizado, ensangrentado. Mi rostro estaba embarrado en la ventana de la puerta. La sangre cubría el vidrio. Y a través del cristal escarlata vi un gran grupo de personas que se acercaban. Chicos banda. Chicos de barrio del tipo de los famosos “Mara Salvatruchas”. El primero en llegar reventaba el cristal de la ventana a patadas sin importarle que ahí descansaba mi herido rostro. De hecho lo sabía y por ello pateó con más saña. Sentí las patadas en la frente. Una vez roto el vidrio, otro grupo me tomaba del cabello y me jalaba hacia el exterior. Me acostaban en el suelo, una calle sin pavimentar. Mucha tierra. Ya ahí me desnudaban y revisaban mi billetera. Yo no podía siquiera hablar, ni respirar. Sentía el cuerpo desecho. En silencio se repartieron mi traje, camisa, corbata, calzones, zapatos y calcetines, mientras otros saqueaban mi coche. El SpiderMan de mi tablero, mi stereo, mi iPod, mis libros de francés, mis CDs y demás.
Finalmente se iban y el coche quedaba ahí, boca arriba comenzando a incendiarse. Y yo a un lado, en agonía pero consciente. Bajo un sol abrasador típico del mediodía en algún lugar costeño. Escupía mucha sangre y de pronto, la escena era vista por mí mismo, en cámara subjetiva en plano cenital (desde arriba pa’ que entiendan). Recordé la última escena de la película “No man’s land” de Bosnia, en la que el soldado esperaba su muerte acostado sobre una mina de tierra.
Fue ahí cuando desperté.
Y todo el día, lloré.
Tuesday, March 15, 2005
Hoy salí al cine. Sí, ya sé que no tiene nada de inusual ya que siempre lo hago, sólo que ésta ocasión fui con Alfredo. Nuestra amistad ha sido un tanto cuanto dispareja, había sido, quiero decir. Creo que puedo llevarme muy bien con él, de hecho me llevo bien. Le he tomado mucha confianza al grado que le digo las cosas sin pelos en la lengua. Fuimos a ver “Sideways”. Me gustó mucho la película, sobre todo pues aunque lo quise disimular con una imaginaria capa de mantequilla marca “Valemadres”, me identifiqué con el protagonista, y mi orgullo resultaba mayormente herido cuando Alfredo en voz baja me señalaba (pellizcándome el pecho con pretexto) y me decía “mira, ahí estás tú”. Pero ¿porqué? Pues porque el protagonista es un tipo que se siente un loser y es bastante pesimista.
Saliendo del cine fuimos a un Sanborn’s a intentar intercambiar canciones en MP3, las mías de mi iPod y iBook, y las suyas, de su laptop. Antes de entrar pensé en lo ridículo que nos veríamos en una mesita destinada para cafés de 11 pesos, pero con computadoras, discos duros, cables, iPod y demás, pero para mi sorpresa, en varias de las mesas, la gente trabajaba en sus laptops. Oh siglo XXI.
A Alfredo tengo unos 4 años de conocerlo. Y hace 3 (lo recuerdo perfectamente pues estaba por estrenarse el episodio II de “Star Wars” la que por cierto, nunca olvidaré que Alfredo calificó como “Titanic en el espacio”) hicimos un raro experimento, o al menos así lo terminé viendo: intentamos salir y establecer algo. Creo que ha sido la única vez en mi vida que he estado más cerca de esa posibilidad. Después de salir un par de meses (íbamos mucho al cine y a cenar) simplemente me frikeé. Mi lindo cerebrito me dijo (y me dice) que no estaba yo haciendo lo correcto, y ahora que lo veo entonces creo que jamás estaré preparado. En resumidas cuentas, las saliditas y charlas terminaron. A eso le sumamos que nuestros respectivas cargas laborales nos quitaban mucho tiempo al grado que nos costaba muchísimo trabajo quedar de acuerdo hasta en lo más simple, así que, en los primeros días de julio de 2002, lo poquitititito que había comenzado, terminó. La última vez que nos vimos de aquella ocasión, cenamos en un Vip’s y aún recuerdo que le dije que me regalara una billetera para que me diera buena suerte. Me dio el avión por supuesto.
Y no me equivoqué en pedirle me regalara algo así. En su momento también se lo pedí a Alex, y eso sólo se lo pido a gente que sé que me puede contagiar con su suerte, dinero y energía, y quizá ellos lo saben y por eso no me han querido regalar nada, para no compartir. En fin, ya llegará alguien que me regale no una, sino dos billeteras, y además repleta de dinero y dispuestos a rellenarla las veces que sea necesario (¿acaso algún viejito solitario gay que hacen el amor como ermitaño -una cada año-?).
¿Porqué le pedí me regalara una billetera? Pues además de que la mía ya estaba rota, es porque al tipo lo admiro. Vive la vida como le viene en gana sin preocuparse de nada. Es muy trabajador y supongo se desempeña bastante bien en lo que hace al grado que ha cambiado de trabajo con mejor sueldo. Además cumple sus sueños: se compró su VW Beetle que tanto quería (desde aquellos años le dije que a mi el carrito no me latía, para que no vayan a pensar que hablo de envidia), y además, lugar donde hay evento de música electrónica (es mega fanático de esa música), lugar al que va, así sea hasta el coño del mundo (acaba de regresar de Buenos Aires, por poner un ejemplo).
A esa gente es a la que hay que admirar y ojalá pudiera contagiarme un poquito de ello: ser más alivianado y menos “preocuponcio”.
Desde aquél 2002, perdimos relativamente el contacto. Sólo nos contactábamos vía chat. Y haciendo gala de mi pesimismo y mala vibra, fui grosero con él demasiadas ocasiones. Ya le pedí perdón. Pero de unos meses para acá, hemos estado más en contacto. Hemos salido a cenar, me ha traído mis DVDs que le encargo de los iunaited esteits, hemos platicado largamente por teléfono, y como ya lo escribí, hoy fuimos al cine.
Volveremos a salir pues le tengo que dar su DVD con 1.5 gigabytes de MP3s que escogió de mi iPod, y él mi DVD de “The Lost Boys” que le encargué. Y no me hago el desentendido de que Alfredo se quiere acostar conmigo. No quiero hacerlo, pues ES MI AMIGO, y creo que aquí y en China, nadie se acuesta con sus amigos.
Ah que generaciones éstas.
Monday, March 14, 2005
"I believe in taking care of myself, in a balanced diet, in a rigorous exercise routine. In the morning, if my face is a little puffy, I'll put on an ice pack while doing my stomach crunches. I can do a thousand now.
After I remove the icepack, I use a deep pore-cleanser lotion. In the shower, I use a water-activated gel cleanser, then a honey-almond body scrub, and on the face an exfoliating gel scrub.
Then I apply an herb mint facial masque which I leave on for ten minutes while I prepare the rest of my routine.
I always use an after-shave lotion with little or no alcohol because alcohol dries your face out and makes you look older. Then moisturizer, then an anti-aging eye balm, followed by a final moisturizing 'protective' lotion...
There is an idea of a Patrick Bateman, some kind of abstraction, but there is no real me, only an entity, something illusory, and though I can hide my cold gaze and you can shake my hand and feel flesh gripping you and maybe you can even sense our lifestyles are probably comparable: I simply am not there.
It is hard for me to make sense on any given level. My self is fabricated, an aberration. My personality is sketchy and unformed, my heartlessness goes deep and is persistent.
My conscience, my pity, my hopes disappeared a long time ago, if they ever did exist."
Patrick Bateman
Del guión "American Psycho"
Escrito por Mary Harron y basado en la novela de Bret Easton Ellis
Toda la anterior cita derivó de que hoy en la mañana llegué del gym, me paré frente al espejo del baño. me observé: la playera completamente empapada de sudor, me la quité y ahí estaban mis pectorales cada vez más definidos. Al rasurarme vi que tenía tres diferentes tipos de espuma, una de ellas a base de gel. De ahí reflexioné y observé todos los accesorios que conforman mi baño: los 3 susodichos tipos de espuma para rasurar; 3 gels para el cabello distintos, uno de ellos nuevo llamado "Moco de gorila" y que compré en la sección de niños de WalMart (realmente lo compré por curioso); 4 diferentes jabones (uno exfoliante, otro para manos, otro normal y otro de azufre); 3 shampoos; 3 cremas (una de ellas post-tanning); solamente una loción (Armani); hilo dental; crema blanqueadora de dientes; 2 pastas diferentes; 2 cremas reductivas (una de ellas "Cutting Gel" al ridículo precio de 1000 pesos
Uff...
Y al paso que voy probablemente termine siendo un serial killer.
Sunday, March 13, 2005
Éste martes ED tuvo su segunda exposición individual. Ahí estuve. Lástima que no llevé mi cámara. Me di una perdida en la extravagante zona residencial conocida como “La Herradura”. Ahí queda el centro comercial Interlomas, donde se ubica la “Alliance Français”, uno más de los tantos planteles. Un plantel muy pequeño, pero suficientemente espacioso para la obra de ED. Y ahí estaba él, nervioso y a la vez guapo e imponente mientras el Director General de la Alianza le (y nos) dirigía unas palabras. ED observaba y disfrutaba la situación. Nunca despegó las palmas de sus manos de los pantalones, quizá era esa la única señal que denotaba su nerviosismo.
Los invitados, proffeseurs y éléves, vestiditos muy formales, mientras que el barbaján de mí, se me ocurrió llevar jeans, botas Dr. Martens y una camisa de manga larga pegadita, para quizá presumir inconscientemente lo que a la fecha ha logrado la creatina. Un día después ED me dijo que todos (los gays obviamente) notaron mi crecimiento. “Es dos veces él” dice que dijeron, tomando en cuenta que fuimos los mismos que acudimos a su exposición en un café de la zona rosa meses atrás, y que ya me habían visto.
ED será grande. Toma la iniciativa de presentarse ante todo mundo y apenas está en sus muy tempranos 20s. Esa iniciativa nos falta a muchos. El resto somos mediocres y miedosos. Cuando sea famoso, podré jactarme de que soy su amigo.
Antes de retirarme rompí la dieta y me tomé medio vaso de Coca Cola en su honor.
Finalmente regresé a casa. Hice hora y media de trayecto. “La Herradura” queda en el coño de la ciudad.
Quiero vivir en uno de esos coños.
Friday, March 11, 2005
Hace unos días decidí renunciar al guionismo. No me quedan ganas de escribir. Ando falto de ilusiones, y cuando no hay ilusiones, no hay motivos, y al carecer de ellos, no hay masturbaciones mentales que a su vez dan origen a las historias. Al primero que le conté fue a ED, vía chat en messenger. Intentó darme ánimos escribiendo en ese momento una historia verdaderamente fantástica.
He aquí la transcripción de su irónica historia; ED como “Edwin Daniel”, y yo, con mi ya famoso nick “Mendingando migajitas de amor”:
[12:29:22] Edwin Daniel says:
Darling, soy tu amigo y es mi deber como tal apoyarte en todo
porque creo firmemente en que serás famoso
tienes madera de superstar
úsala.
[12:29:56] :'( mendingando migajitas de amor... says:
:'(
[12:30:07] Edwin Daniel says:
8-|No te azotes.
[12:30:50] :'( mendingando migajitas de amor... says:
wey, es neta, no me crees que quiero cambiar de vida y aires?
[12:31:09] Edwin Daniel says:
Sí, pero tampoco puedes mandar al carajo todo de un golpe
todo lo que te ha costado tu formación, tu carrera
[12:31:46] :'( mendingando migajitas de amor... says:
no me importa
[12:32:23] Edwin Daniel says:
the E! true Hollywood Story: JL & ED.
"JL decidió cambiar su base de operaciones a Francia, para empezar una carrera de solista
llegó desnudo -á la Splash- al aeropuerto Charles DeGaulle, llamando la atención de la prensa
fue arrestado por la interpol francesa pero adorado por los galos, quienes vieron en él material de superestrella...
mientras tanto ED veía las noticias en la tele, tras una temporada en la Betty Ford... lanzóse a París a rescatar a su amigo
aún medio dopado y con el primer martini de la mañana apareció en las oficinas de la Interpol seguido por su séquito de Groupies
diciendo
(crestomatía) J´adore JL!
La frase se volvió famosa y todos los franceses traían diseños de Jean Paul Gautier que gritaban la consigna
ED cambió su nacionalidad mexicana por la francesa
y argumentó que JL era un preso político
"su cuerpo es libre para ser usado como él quiera" afirmó el superstar recién nacionalizado galo.
JL logró salir tras las negociaciones con amnistía internacional
dejó su imágen de ejecutivo
[12:37:39] :'( mendingando migajitas de amor... says:
hey, se te da lo guionista! deberíamos hacer un switch... sólo que yo no sé dibujar ni pintar :S
por toda una nueva con tatuajes y piercings
(no es necesario, sólo se necesita publicidad)
(jejejejejej)
(vale! porqué no armas el guión de mi nueva exposición?)
bueno, le sigo para terminar
"JL & ED se reunieron en el attelier de John Galliano, donde tuvieron toda una fiesta lujosa rodeados de supermodels y pornstars".
"Galliano los dejó desfilar en la pasarela de Dior)
y al ver el aplauso de pie de los fans decidieron lanzar un disco, con éxitos de siempre
un tributo a Rocío Durcal
[12:40:05] :'( mendingando migajitas de amor... says:
"y Jl derramó una lágrima pues era fan de la hoy cancerosa Dúrcal"
[12:40:21] Edwin Daniel says:
ED cantó "La gata bajo la lluvia" en una inexplicable versión que mezclaba pop con musical de broadway
Rocío Durcal llamó a JL y le dijo "no seas gilipollas, sécate las lágrimas y sé famoso"
"ambos tienen madera de super estrellas"
durante la gira por España JL causó revuelo con sus comentarios á la David Bowie
al usar un traje similar al de las crotalistas españolas diciendo "ésto es un vestido de hombre!"
Mientras tanto ED fungía como el manager del grupo
aunque más de una vez tuvo que ser internado por sobredosis
de sexo, hombres y rock & roll.
trató de inhalar un pato purific.
ED lanzó una televisión desde su suite en el hotel W en DF.
la policía lo encontró desmayado con un dildo, vestido de superman
[12:43:18] :'( mendingando migajitas de amor... says:
hey, tenemos que copiar éste guión y hacer un post en nuestros respectivos blogs...
[12:43:32] Edwin Daniel says:
mientras JL estaba sollozando en el baño en sus mayones de Spiderman.
ED después de varios meses de rehabilitación volvió a la vida pública para decir que se convertiría al cristianismo
tras años de ser satánico confeso
uníose a la legión de las carmelitas fetichistas, digo, descalzas.
rediseñó su propio hábito, en colores rosa chillón y verde limón
causando que fuese el último grito de la moda en París
donde todas las adolescentes furiosas gritaban a las afueras del convento
para que les permitieran ver al ídolo enclaustrado.
JL mientras tanto estaba filmando la película de su vida en las playas de Costa Rica
con Pierce Brosnan como él.
por algún motivo la película giraba en torno a espías, robo de diamantes y escándalos políticos
siendo que el último escándalo político en el que se vió metido fue por liberar animales de un laboratorio en Johannnesburgo.
JL fue nominado al globo de oro como mejor director, aunque ganó la película checa sobre el fallido romance de Pamela Anderson y Tommy Lee.
(una ópera prima)
(cantada como ópera)
[12:48:34] :'( mendingando migajitas de amor... says:
hey, p entonces el propio Brosnan estaría ya ruco
[12:48:51] Edwin Daniel says:
ahhh, puedes darte el lujo de elegir a quien quieras
Yo quiero que mi parte la haga Belinda
siempre quise ser adolescente, rubia y famosa
Habían pasado meses desde que el dúo dinámico no se reunía tras el escándalo del hotel W
Una noche ED salió de su claustro, harto de la mala comida y decidió que era hora de volver a pintar
expuso su nueva obra en el museo del Prado en Madrid, algo poco común
a su renuencia a exponer en lugares ortodoxos
la crema y nata de España se reunió para celebrar al artista
y entre ellos se encontraba JL quien ahora vivía una vida tranquila en la Mancha, en una granja de ovejas
escribiendo el guión de su nueva película, una cruza de Heidi con Rocky Horror
una película sobre "Copo de Nieve" ése personaje malentendido
[12:58:22] :'( mendingando migajitas de amor... says:
y como quería hacerse amante de un viejo, todas las noches el señor Vitalis le practicaba fellatio
[12:58:23] Edwin Daniel says:
cuando se vieron JL le pidió a ED que hiciera el papel de "Clarita"
a lo que aceptó
pero hubo un terrible accidente en una escena
en que Heidi (actuada por dakota fanning)
arroja a Clarita por un desfiladero
[12:59:42] :'( mendingando migajitas de amor... says:
y ED quedó paralítico como Clarita?
[12:59:57] Edwin Daniel says:
ED terminó en el hospital con fracturas múltiples, pero seguía vivo
porque "hierba mala nunca muere"
¿cómo sobrellevaría JL el accidente de su coestrella?
no se pierdan la continuación en
E! True Hollywood Story: JL & ED.
[13:00:45] Edwin Daniel says:
[13:01:20] :'( mendingando migajitas de amor... says:
;)
[13:01:20] There was a problem delivering the following message:
;)
Wednesday, March 09, 2005
Pues vaya que la creatina, arginina y proteína en exceso, combinado con la rutina de gym que Jesús me proporcionó, han servido: definitivamente me veo más “mamado” y vascularizado (para los que no entienden el término, no significa que tenga yo que pasar por una báscula, sino que las venas de la piel “de encimita” se asoman por el cuerpo, lo que significa una pérdida significativa de grasa). Me he tomado algunas fotos y de inmediato las subí a mi página de ligue. La respuesta no se hizo esperar: he recibido muchos mensajes; la foto donde se me ve tremendo bícep es la que más ha llamado la atención.
Fue así como conocí a Oscar.
Después de chatear y chatear durante 2 semanas, y no obstante que él nunca me proporcionó una foto de su rostro, me atreví a conocerlo. Me citó a unas cuadras de Campos Elíseos en Polanco. Yo, bromeando, le pregunté si era niño bien polanqueño. Me dijo que no.
Pero cuando estaba yo ahí, en mi coche esperándolo, y vi semejante típico niño bien polanqueño que se acercó sonriendo, quedé boquiabierto. Es MUY guapo. Lo peor (o mejor) del caso es que tiene ojitos como me gustan, y el plus en su caso es su cuerpote. Un tipo de super gym, mega mamado, mucho más que yo. Sus brazos más grandes que los míos, las piernas igual, pero con un toque fresa de niño bien. Antes de que subiera a mi coche pensé en arrancar y huir. Un tipete como yo es nada comparado con ese niño. No obstante, abordó. Nos dirigimos a su depa, donde quedé doblemente boquiabierto, pues el depa está justo frente a las torres gemelas de Campos Elíseos. Una esquina con grandes ventanales. Un depa “inteligente”, todo lleno de tecnología, luces automáticas, cortineros ídem, etc. Muy “chic” y “nice” para él un niño tan guapo y de tan sólo 29 años, y super-super-extremadamente “chic” y “nice” para un fulano como yo.
Si es cierto eso de que los seres humanos tenemos un golpecito de suerte al menos una vez en la vida, ese golpecito lo dí ésta noche. Sobre todo cuando el wey me dijo que yo le gustaba. Lo más seguro es que me lo dijera por compromiso. Total, yo ya estaba ahí en sus terruños. Me invitó agua de jamaica (ya dije que es un niño que cuida mucho su cuerpo), nos sentamos en su sala, con las luces apagadas, a escuchar música y platicar, teniendo como vista todo Campos Elíseos y las torres gemelas. ¿Sería él un Patrick Bateman en potencia? De ser así entonces seguramente me quedaban pocos minutos de vida, y la sangre de mi yugular estaría por adornar sus sillones de piel.
Pero no, no fue un “American Psycho”. Yuppie, eso sí. A los 20 minutos estabamos ya desnudos fajando como si fuera a ser la última vez que lo haríamos sobre la tierra. Hubo un instante en que mientras lo tenía debajo mío haciéndome sexo oral, y yo arriba en posición de lagartija, adoré el glamour. Yo ahí gimiendo de placer, levantando la cabeza y observando esa vista al exterior. Oh glamour. Me sentí Naomi Campbell, Francis y Chanoc en uno sólo. Pero el momento cumbre de esa sensación de importancia y pertenencia a la clase chic fue cuando me invitó a inhalar “poppers”. Tantas veces había visto su uso, pero jamás lo había usado en mí mismo. Me sentí tan personaje de novela de Bret Easton Ellis (en “Less than zero” para ser más específico) que no lo pensé... e inhalé. El olor es parecido a la madre esa que las gordas se untan en la lonja para sudar mientras hacen aerobics. La sensación no es muy placentera. En mi caso, sentí una repentina sensación de ansiedad y taquicardia que sólo pude calmar y controlar acelerando mis movimientos, besos, caricias y faje en general. Salvaje pues. Y él, igual, así que imaginen la escena. Ambos unas “sex machines” y “machines sexuales”. Inhalé dos ocasiones en los cerca de 60 minutos que duramos fajando.
Finalmente los mutuos orgasmos. Él, sentado en la alfombra recargado en el sofá. Yo, de pie frente a él y eyaculando en su rostro. Mientras lo rociaba con el blanco, espeso y calientito líquido microviviente volví a mirar los Campos Elíseos. Si acaso hay millonarios vouyeristas con telescopios en las torres gemelas, fueron entonces testigos de mi debut en la sex-life-of-the-rich-and-famous (sólo que yo ni rich ni famous). Después de ese tremendo y popperesco orgasmo, bajé la mirada. Ahí estaba él, también eyaculando, debajo de mi. Hubiera deseado luz ultravioleta en ese instante, y así, seguramente su rostro hubiera destellado con mi “líquido” que parecía en ese momento una mal aplicada crema antiarrugas. Recordé la novela de Luis Spota “Casi el paraíso”, donde un don nadie logra engañar a la sociedad entera haciéndose pasar por el príncipede un país imaginario.
Finalmente nos vestimos y platicamos sobre rutinas de gym. Me regaló una barra de “Nitro-Tech”. No obstante que eran casi las 10 PM, se vistió para ir al gym, Sport City of course.
Me invitó a acompañarlo un día de éstos a entrenar juntos, aunque como sucede con mis encuentros sexuales, estoy seguro que tampoco lo volveré a ver.
Como lo dije, a eso llamo un golpecito de suerte.