Sunday, February 27, 2005
“...y ésto es sólo el principio”
Otra boda. Rorro y Leslie se casaron. La fiesta fue en el Sheraton del Centro Histórico. Éste mismo día estrené iPod. El iPod Photo. El anterior, segunda generación, iba a ser comprado por Jesús, quien al haber quedado desempleado ya no lo adquirirá, todo en mi detrimento. También éste día estrené mi nueva cámara digital. En ésta no gasté un sólo peso. Nadia y yo volvimos a la era del trueque. Le dí mi cámarita (quien me acompañara por Europa) y ella me dio una camarota, con superlente Carl Zeiss y que se encontrara abandonada en una mesa de un bar “Freedom”. Investigué y el chistesito cuesta como 13,000 pesos en el mercado; si tomamos en cuenta que la que le dí cuesta 5,000, creo que es como si hubiera invertido 8,000 pesos más, con la diferencia que no gasté nada.
Y ahí estaba yo en la mesa, con Julio, Nadia, Juan, Paty, Faby y mi tía y sus dos amigos. Yo, con mi cámara y mi iPod. La fiesta transcurrió en divertido jolgorio, pero todos mis primos y tíos y tías, cada quien por separado se acercaban para decirme que no estuviera triste. Todos lo dijeron. Su impresión es que me veía caído, de hecho 3 de ellos me dijeron que tenía los ojos muy tristes. Para demostrarles lo contrario me levanté a bailar con Faby, al regresar, sudando, me topé con un tío político quien me preguntó porqué me veía tan triste.
Durante la cene reflexioné en el porqué dijeron todo ello. Estaba yo pensando cuando en una mega pantalla, exhibieron un video preparado por la festejada novia, Leslie, quien ocupó material filmado en las prehistóricas camaritas super 8 para demostrarnos a los presentes que el destino sí existe. Así, vimos imagenes de ella y Rorro cuando eran niños, cuando estaban en la escuela, secundaria, prepa y ya como novios. Ver a Rorro vestido de tigre de pelcuche cuando tenía como 6 años, me hizo recordar cuando teniendo yo 11 años, vi cómo mi abuelita le confeccionaba el disfracito. Toda esa serie de imagenes y corroborar que el destino había preparado todo para que Rorro y Leslie se casaran, me removió. Y lloré. Cuando volteé alrededor de mi mesa y ver que el público estalló en aplausos cuando terminó el video con la leyenda “...y ésto es sólo el principio”, vi que también un primo y una prima lloraban.
A mitad de la fiesta Rorro se me acercó. Me dijo que estaba seguro que mi notoria tristeza era por la boda, el quizá saber que yo jamás me casaré. Juan Ca, por su parte, y ya algo “happy” me dijo “tranquilo wey, solito llega”. Y los demás frases por el estilo.
Siendo las 3 AM, la orquesta que incluía piano, saxofones y trompetas, acompañaron a Leslie quien dedicó a Rorro una de mis canciones preferidas: “Kissing a fool”. Los primos hicimos un círculo en la pista y coreamos la canción. Lloré de nuevo.
A las 4.30 AM “desayunamos”. Yo pancita y quesadillas de queso. En la otra mesa, mi mamá me hacía señas de que ya quería irse.
A las 5 AM partimos.
A las 5.30 me acosté. Apagué la luz. No dormí de inmediato.
Me sentí triste y sólo.
Muy sólo.
Otra boda. Rorro y Leslie se casaron. La fiesta fue en el Sheraton del Centro Histórico. Éste mismo día estrené iPod. El iPod Photo. El anterior, segunda generación, iba a ser comprado por Jesús, quien al haber quedado desempleado ya no lo adquirirá, todo en mi detrimento. También éste día estrené mi nueva cámara digital. En ésta no gasté un sólo peso. Nadia y yo volvimos a la era del trueque. Le dí mi cámarita (quien me acompañara por Europa) y ella me dio una camarota, con superlente Carl Zeiss y que se encontrara abandonada en una mesa de un bar “Freedom”. Investigué y el chistesito cuesta como 13,000 pesos en el mercado; si tomamos en cuenta que la que le dí cuesta 5,000, creo que es como si hubiera invertido 8,000 pesos más, con la diferencia que no gasté nada.
Y ahí estaba yo en la mesa, con Julio, Nadia, Juan, Paty, Faby y mi tía y sus dos amigos. Yo, con mi cámara y mi iPod. La fiesta transcurrió en divertido jolgorio, pero todos mis primos y tíos y tías, cada quien por separado se acercaban para decirme que no estuviera triste. Todos lo dijeron. Su impresión es que me veía caído, de hecho 3 de ellos me dijeron que tenía los ojos muy tristes. Para demostrarles lo contrario me levanté a bailar con Faby, al regresar, sudando, me topé con un tío político quien me preguntó porqué me veía tan triste.
Durante la cene reflexioné en el porqué dijeron todo ello. Estaba yo pensando cuando en una mega pantalla, exhibieron un video preparado por la festejada novia, Leslie, quien ocupó material filmado en las prehistóricas camaritas super 8 para demostrarnos a los presentes que el destino sí existe. Así, vimos imagenes de ella y Rorro cuando eran niños, cuando estaban en la escuela, secundaria, prepa y ya como novios. Ver a Rorro vestido de tigre de pelcuche cuando tenía como 6 años, me hizo recordar cuando teniendo yo 11 años, vi cómo mi abuelita le confeccionaba el disfracito. Toda esa serie de imagenes y corroborar que el destino había preparado todo para que Rorro y Leslie se casaran, me removió. Y lloré. Cuando volteé alrededor de mi mesa y ver que el público estalló en aplausos cuando terminó el video con la leyenda “...y ésto es sólo el principio”, vi que también un primo y una prima lloraban.
A mitad de la fiesta Rorro se me acercó. Me dijo que estaba seguro que mi notoria tristeza era por la boda, el quizá saber que yo jamás me casaré. Juan Ca, por su parte, y ya algo “happy” me dijo “tranquilo wey, solito llega”. Y los demás frases por el estilo.
Siendo las 3 AM, la orquesta que incluía piano, saxofones y trompetas, acompañaron a Leslie quien dedicó a Rorro una de mis canciones preferidas: “Kissing a fool”. Los primos hicimos un círculo en la pista y coreamos la canción. Lloré de nuevo.
A las 4.30 AM “desayunamos”. Yo pancita y quesadillas de queso. En la otra mesa, mi mamá me hacía señas de que ya quería irse.
A las 5 AM partimos.
A las 5.30 me acosté. Apagué la luz. No dormí de inmediato.
Me sentí triste y sólo.
Muy sólo.
Sunday, February 20, 2005
“De brackets y pulgadas viriles”
La rutina de gym que Jesús me ha ordenado representa más sudor y cansancio. Sangre, sudor y lágrimas es lo que significa (sangre que se irriga en la parte que trabajo, sudor por el ejercicio físico, y lágrimas por las noches frente al espejo de saber que nomás no quedo como quiero), distante de ser sexo, pudor y lágrimas como en la película (sexo al por mayor que me representaría al quedar bien buenote, pudor ausente y nulo, y las mismas lágrimas de confirmar que no quedo como quiero).
Pero a partir de hoy la rutina podría verse seriamente afectada: el dueño del gym, llamado Mario, un tipete que me cae tan mal y quien tiene por esposa a un enmiendo de güera química (su cirujano plástico debe estar ricachón sólo por las operaciones que le ha de haber hecho), despidió a todo el personal del gym bajo el argumento de “quiero renovar la imagen del negocio”. Entre ese recorte, Jesús estuvo incluido.
Hace una semana, Jesús, mi gran amigo, quien ha supervisado mis rutinas, dietas, y actualmente régimen de creatina bajo la promesa de dejarme digno de baile “Sólo para mujeres” en éste 2005, me avisó de su despido. Me pidió asesoría legal, laboral, y como el tal Mario me caga la mother, lo asesoré para que le sacara toda la lana posible en un estira-y-afloja que lo llevaría al grado incluso de amenazarlo con denunciarlo por no haberle otorgado seguridad social durante los 7 años que ahí laboró. El tipo, un miedoso y cobarde como yo ya lo había imaginado, accedió a los requerimentos de Jesús, y lo indemnizó mejor de lo que el propio Jesús hubiera deseado. La asesoría que le brindé fue un pequeño pago en agradecimiento a Jesús, quien lejos de ser mi instructor, se hizo mi gran amigo, tanto que quiere que sea padrino de su hija. Cuando me lo pidió le dije “¿no te molestará tener por padrino de tu hija a un desviado sexual?”, no hubo necesidad de contestarme, simplemente me contó la historia de su tío, a quien él tanto afecto le tenía. Era también homosexual, así que esos temas son ya como parte de su familia.
Hoy, después de 7 años, llegué al gym y Jesús ya no está ahí. (bien dicen los esotéricos que el número 7 es cíclico; éste año cumpliré 35 que es múltiplo de 7; el año 2005, sumado también da 7; y 7 son los enanos de Blanca Nieves, los días de la semana, las notas musicales, los samurais, los magníficos, los pecados capitales, mis tarjetas de crédito y las pulgadas que mide mi miembro viril... bueno, 7.5 para ser exactos).
Lo extrañé y lo extrañaré. En su lugar llegó un sujeto como de mi edad pero anabólica y ridículamente mamado, y con brackets en los dientes. Cuando me presentaron con él, dijo de forma muy gay “me llamo Víctor, pero lejos de ser tu nuevo instructor, soy tu amigo”, no dudé en responderle “al tipo que vienes sustituyendo le tomaron 7 años y un compadrazgo para considerarme amigo así que fíjate bien lo que dices”. El destello de sus brackets se apagó ante mi respuesta, creo que no lo tomó a bien. Pero todo fue por el cariño que le tengo a mi amigo Jesús.
Al salir, crucé la avenida y me paré de frente al gym. Lo vi distinto, y por vez primera en lo que va de éste 2005, lloré en honor y recuerdo de mi amigo Jesús.
La rutina de gym que Jesús me ha ordenado representa más sudor y cansancio. Sangre, sudor y lágrimas es lo que significa (sangre que se irriga en la parte que trabajo, sudor por el ejercicio físico, y lágrimas por las noches frente al espejo de saber que nomás no quedo como quiero), distante de ser sexo, pudor y lágrimas como en la película (sexo al por mayor que me representaría al quedar bien buenote, pudor ausente y nulo, y las mismas lágrimas de confirmar que no quedo como quiero).
Pero a partir de hoy la rutina podría verse seriamente afectada: el dueño del gym, llamado Mario, un tipete que me cae tan mal y quien tiene por esposa a un enmiendo de güera química (su cirujano plástico debe estar ricachón sólo por las operaciones que le ha de haber hecho), despidió a todo el personal del gym bajo el argumento de “quiero renovar la imagen del negocio”. Entre ese recorte, Jesús estuvo incluido.
Hace una semana, Jesús, mi gran amigo, quien ha supervisado mis rutinas, dietas, y actualmente régimen de creatina bajo la promesa de dejarme digno de baile “Sólo para mujeres” en éste 2005, me avisó de su despido. Me pidió asesoría legal, laboral, y como el tal Mario me caga la mother, lo asesoré para que le sacara toda la lana posible en un estira-y-afloja que lo llevaría al grado incluso de amenazarlo con denunciarlo por no haberle otorgado seguridad social durante los 7 años que ahí laboró. El tipo, un miedoso y cobarde como yo ya lo había imaginado, accedió a los requerimentos de Jesús, y lo indemnizó mejor de lo que el propio Jesús hubiera deseado. La asesoría que le brindé fue un pequeño pago en agradecimiento a Jesús, quien lejos de ser mi instructor, se hizo mi gran amigo, tanto que quiere que sea padrino de su hija. Cuando me lo pidió le dije “¿no te molestará tener por padrino de tu hija a un desviado sexual?”, no hubo necesidad de contestarme, simplemente me contó la historia de su tío, a quien él tanto afecto le tenía. Era también homosexual, así que esos temas son ya como parte de su familia.
Hoy, después de 7 años, llegué al gym y Jesús ya no está ahí. (bien dicen los esotéricos que el número 7 es cíclico; éste año cumpliré 35 que es múltiplo de 7; el año 2005, sumado también da 7; y 7 son los enanos de Blanca Nieves, los días de la semana, las notas musicales, los samurais, los magníficos, los pecados capitales, mis tarjetas de crédito y las pulgadas que mide mi miembro viril... bueno, 7.5 para ser exactos).
Lo extrañé y lo extrañaré. En su lugar llegó un sujeto como de mi edad pero anabólica y ridículamente mamado, y con brackets en los dientes. Cuando me presentaron con él, dijo de forma muy gay “me llamo Víctor, pero lejos de ser tu nuevo instructor, soy tu amigo”, no dudé en responderle “al tipo que vienes sustituyendo le tomaron 7 años y un compadrazgo para considerarme amigo así que fíjate bien lo que dices”. El destello de sus brackets se apagó ante mi respuesta, creo que no lo tomó a bien. Pero todo fue por el cariño que le tengo a mi amigo Jesús.
Al salir, crucé la avenida y me paré de frente al gym. Lo vi distinto, y por vez primera en lo que va de éste 2005, lloré en honor y recuerdo de mi amigo Jesús.
Saturday, February 05, 2005
“José Luis Amaro Rivero”
Hoy fue la despedida de soltero de mi primo Rodrigo y de Leslie. En lugar de haber sido fiestas por separado (con strippers gay para ella, y con putas al por mayor para él), nuestras recatadas familias optaron por juntar ambas y hacerlas de corte familiar. Fue la primer fiesta de su tipo a la que asistí, no sabía que habían jueguitos, concursos y actuaciones con chistes subliminales y en doble sentido, en los cuales me enjaretaron el papel de un sacerdote y a la novia de otro de mis primos, el papel de “Chabelita”. Me disfrazaron con sotana, rosario y biblia, y acondicionaron un espacio como confesionario. Cuando mis cábulas primos me vieron vestido de padrecito, se rieron “¡Y luego tú de sacerdote!”, se burlaban al saber de mis preferencias. Me presenté ante todos como un típico Padre Amaro. Algunas señoras quienes ni conozco, soltaron las carcajadas. Alguna dijo “¿pues con cuántas madrecitas andarás?”, sonreí. Si supiera que en lugar de madrecitas, me cogería con gusto a cuanto guapo sacristán italiano en el Vaticano que me pusieran enfrente, no sé cuál sería su reacción.
El numerito salió bien. No soy tan mal actor. Nadia también supo hacer su papel de mujer espantadiza a quien le fueron a sacar una muela. Las frases “bálsamo de santidad” y “epítome de castidad” que pronunció, arrancaron carcajadas.
Finalmente, el último de los juegos consistió en poner a Rorro y Leslie sentado uno junto a la otra para responder preguntas del público. Yo, con mi consabido descaro, sugerí a mis primos preguntarles si ya tenían relaciones sexuales. Procuré decirlo en voz baja, pero una de las señores presentes me escuchó y desde entonces y hasta que se retiró, no me quitó la vista de enojo de encima. Señora, no se asuste, porque si me hubiera escuchado decir otras cosas en lugar de eso como “preguntémos si ella alguna vez en su vida tuvo impulsos lésbicos, o si él consideró alguna ocasión masturbación grupal con amigos de la secundaria”, quizá me hubiera agarrado a bofetadas. Cómo me encanta hacer reaccionar a los conservadores.
Por la noche la fiesta terminó. No pude beber una sola gota de alcohól pues llevo 3 días en mi régimen de gym a base de creatina: 5 jugos “Del Valle” de uva, con 5 gramos de creatina cada uno, cada 4 horas, más 1 licuado de jugo de naranja con 25 gramos de proteína Myoplex 3 veces al día. Espero Jesús tenga razón y quede yo como un Jorge Rivero (podría haber dicho ‘como un Bob Paris’ o ‘como un Gabriel Soto’, pero no, hay que hacer honor a lo retro).
Hoy fue la despedida de soltero de mi primo Rodrigo y de Leslie. En lugar de haber sido fiestas por separado (con strippers gay para ella, y con putas al por mayor para él), nuestras recatadas familias optaron por juntar ambas y hacerlas de corte familiar. Fue la primer fiesta de su tipo a la que asistí, no sabía que habían jueguitos, concursos y actuaciones con chistes subliminales y en doble sentido, en los cuales me enjaretaron el papel de un sacerdote y a la novia de otro de mis primos, el papel de “Chabelita”. Me disfrazaron con sotana, rosario y biblia, y acondicionaron un espacio como confesionario. Cuando mis cábulas primos me vieron vestido de padrecito, se rieron “¡Y luego tú de sacerdote!”, se burlaban al saber de mis preferencias. Me presenté ante todos como un típico Padre Amaro. Algunas señoras quienes ni conozco, soltaron las carcajadas. Alguna dijo “¿pues con cuántas madrecitas andarás?”, sonreí. Si supiera que en lugar de madrecitas, me cogería con gusto a cuanto guapo sacristán italiano en el Vaticano que me pusieran enfrente, no sé cuál sería su reacción.
El numerito salió bien. No soy tan mal actor. Nadia también supo hacer su papel de mujer espantadiza a quien le fueron a sacar una muela. Las frases “bálsamo de santidad” y “epítome de castidad” que pronunció, arrancaron carcajadas.
Finalmente, el último de los juegos consistió en poner a Rorro y Leslie sentado uno junto a la otra para responder preguntas del público. Yo, con mi consabido descaro, sugerí a mis primos preguntarles si ya tenían relaciones sexuales. Procuré decirlo en voz baja, pero una de las señores presentes me escuchó y desde entonces y hasta que se retiró, no me quitó la vista de enojo de encima. Señora, no se asuste, porque si me hubiera escuchado decir otras cosas en lugar de eso como “preguntémos si ella alguna vez en su vida tuvo impulsos lésbicos, o si él consideró alguna ocasión masturbación grupal con amigos de la secundaria”, quizá me hubiera agarrado a bofetadas. Cómo me encanta hacer reaccionar a los conservadores.
Por la noche la fiesta terminó. No pude beber una sola gota de alcohól pues llevo 3 días en mi régimen de gym a base de creatina: 5 jugos “Del Valle” de uva, con 5 gramos de creatina cada uno, cada 4 horas, más 1 licuado de jugo de naranja con 25 gramos de proteína Myoplex 3 veces al día. Espero Jesús tenga razón y quede yo como un Jorge Rivero (podría haber dicho ‘como un Bob Paris’ o ‘como un Gabriel Soto’, pero no, hay que hacer honor a lo retro).