Sunday, May 30, 2004
Me doy cuenta que mientras día tras día más mano le metía a mis memorias, menos cosas interesantes me sucedían. Pero ahora, que pareciera las abandono a razón de visitarlas una vez por mes... oh, son muchas más cosas las que me han sucedido en lapsos de 4 semanas. Unas buenas, otras malas. Aunque después del marzo de 2004, parteaguas en mi vida, me han sucedido cosas, diría yo... fuera de lo común:
1.- Mis ahorros bancarios se vieron mermados. Pero no, no se trata de ningún fraude electrónico o robo de fondos a manos de un hacker. No. Todo fue voluntariamente gustoso. En marzo estuve yo (aunque me hayan dicho que me “malviajé”) al borde de la muerte. Entre que sí era la parca o que no, tomé muchas decisiones. Si lo mío hubiera sido algo mortal, hubiera ido a dar a una tumba (o una urna si mis padres hubieren decidido cremarme... o bueno, sin lana quizá a una lata de café Folger’s como en la película “The Big Lebowski”). Y en la tumba no hubiera disfrutado mis ahorros. Así que una vez que supe que no moriría, decidí comprarme un auto. Y bueno, es ya sábado 29 de mayo y llevo 1 semana con él. Un bonito Seat Córdoba, color gris ártico... bueno, plateado para los nacos. Interiores todos en piel (para que suden chido las nalgas cuando me lo llegue a llevar a algún lugar caluroso en la playa); super sistema de sonido con 4 bocinas, 2 subwoofers y 2 tweeters (pero no tiene entrada para mi iPod, quiero llorar); todo eléctrico (incluyendo los espejos laterales que a su vez, se calefactan (que no mame); motor 2.0 litros (y vaya que corre de poca madre en Insurgentes a las 2 AM); cajuelota (donde con los asientos replegados, bien cabríamos un trío en las más variadas posiciones sexuales); quemacocos eléctrico (iba en él el primer día que me lo dieron, era de noche, me detuve y con el cielo despejado, contemplé las estrellas); película antiasalto (antiasalto con piedras, porque si es con fusca, ya me jodí); y bueno muchas otras innecesarias cosas. Como ya dije, llevo apenas una semana con él. Pero al ir manejándolo, me invade una extraña tristeza, de saber que no tengo con quien compartirlo.
2.- Un grupo de cubanos venidos directamente de la Escuela de Cine de Cuba, adquirieron muy buen equipo de filmación., Lo van a estrenar. Me pidieron fuera el director de un cortometraje cuyo guión me fascinó desde que lo leí hace casi un año. El título: “Ve con el señor”. Acepté, no sin un poco de diarrea en los chones, ya que jamás creí ser director de un cortometraje. En el crew somos aproximadamente 20 personas. Cualquier duda, me preguntan, Tengo una gran responsabilidad sobre mi espalda. Además, las actrices son reconocidas en el medio. Más nervios aún. Filmamos el próximo 12 y 13 de junio. ¿Será mi debut y despedida? Los productores piensan en grande. Quieren enviar el corto a Cannes. Primero veamos qué tal me quedan los planos, encuadres y emplazamientos de cámara, si la cago, no me querrán enviar a Cannes, sino con los canes.
3.- Siguiendo en el rollo de las filmaciones, una escuela escogió uno de mis guiones para producirlo. Lo filmarán en 35 mm. Ya tuve junta de preproducción con ellos. La filmación arrancará hasta agosto y ello es porque serán tan profesionales, que desde principios de mayo y hasta agosto, estarán entrenando los dos perros que se necesitarán. Como buen guionista dificulté las cosas en la historia. Dos perros, uno corriente cruzado con de la calle, y otro fino. Titulé la historia “Pedigree”. A fin de cuentas es una metáfora con los humanos. Nos las damos de selectivos, pero cuando se trata de coger, lo hacemos con el primero que caiga sin importar nuestro “pedigree”. Espero todo salga bien.
4.- Sigo saliendo del clóset. Ésta ocasión lo hice con mi queridisima prima Faby. Dice que no hay problema y que me quiere más. Es curioso. En la estadística de lo que la gente creería qué es lo peor que uno ha hecho, en primer lugar está: “Haber matado a alguien”, en segundo: “Haber robado a alguien”, y en tercero: “Haber abusado sexualmente de alguien”. Bueno, al menos eso fue en lo que coincidieron todos aquellos a quienes les confesé, pero ninguno dijo “Ser gay”. Y es ese órden de ideas, todo ha sido color de rosa. Hoy comí en “Mama Rosa’s” de Polanco con Faby y su papá. Me tomé medio litro de “Sangre de Toro”. La pasamos muy bien. Salí algo mareado y me dirigí a dar vueltas sin rumbo fijo. Como ya dije, toda esta semana fue de tristeza en mi coche nuevo. Una paradoja.
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Me falta platicar sobre la peda que agarré con mi mejor amigo Julio, en un viaje express que hizo desde Puerto Vallarta, solo para venir a ver a una señora, casada y con hijos. Un día lo van a madrear...
1.- Mis ahorros bancarios se vieron mermados. Pero no, no se trata de ningún fraude electrónico o robo de fondos a manos de un hacker. No. Todo fue voluntariamente gustoso. En marzo estuve yo (aunque me hayan dicho que me “malviajé”) al borde de la muerte. Entre que sí era la parca o que no, tomé muchas decisiones. Si lo mío hubiera sido algo mortal, hubiera ido a dar a una tumba (o una urna si mis padres hubieren decidido cremarme... o bueno, sin lana quizá a una lata de café Folger’s como en la película “The Big Lebowski”). Y en la tumba no hubiera disfrutado mis ahorros. Así que una vez que supe que no moriría, decidí comprarme un auto. Y bueno, es ya sábado 29 de mayo y llevo 1 semana con él. Un bonito Seat Córdoba, color gris ártico... bueno, plateado para los nacos. Interiores todos en piel (para que suden chido las nalgas cuando me lo llegue a llevar a algún lugar caluroso en la playa); super sistema de sonido con 4 bocinas, 2 subwoofers y 2 tweeters (pero no tiene entrada para mi iPod, quiero llorar); todo eléctrico (incluyendo los espejos laterales que a su vez, se calefactan (que no mame); motor 2.0 litros (y vaya que corre de poca madre en Insurgentes a las 2 AM); cajuelota (donde con los asientos replegados, bien cabríamos un trío en las más variadas posiciones sexuales); quemacocos eléctrico (iba en él el primer día que me lo dieron, era de noche, me detuve y con el cielo despejado, contemplé las estrellas); película antiasalto (antiasalto con piedras, porque si es con fusca, ya me jodí); y bueno muchas otras innecesarias cosas. Como ya dije, llevo apenas una semana con él. Pero al ir manejándolo, me invade una extraña tristeza, de saber que no tengo con quien compartirlo.
2.- Un grupo de cubanos venidos directamente de la Escuela de Cine de Cuba, adquirieron muy buen equipo de filmación., Lo van a estrenar. Me pidieron fuera el director de un cortometraje cuyo guión me fascinó desde que lo leí hace casi un año. El título: “Ve con el señor”. Acepté, no sin un poco de diarrea en los chones, ya que jamás creí ser director de un cortometraje. En el crew somos aproximadamente 20 personas. Cualquier duda, me preguntan, Tengo una gran responsabilidad sobre mi espalda. Además, las actrices son reconocidas en el medio. Más nervios aún. Filmamos el próximo 12 y 13 de junio. ¿Será mi debut y despedida? Los productores piensan en grande. Quieren enviar el corto a Cannes. Primero veamos qué tal me quedan los planos, encuadres y emplazamientos de cámara, si la cago, no me querrán enviar a Cannes, sino con los canes.
3.- Siguiendo en el rollo de las filmaciones, una escuela escogió uno de mis guiones para producirlo. Lo filmarán en 35 mm. Ya tuve junta de preproducción con ellos. La filmación arrancará hasta agosto y ello es porque serán tan profesionales, que desde principios de mayo y hasta agosto, estarán entrenando los dos perros que se necesitarán. Como buen guionista dificulté las cosas en la historia. Dos perros, uno corriente cruzado con de la calle, y otro fino. Titulé la historia “Pedigree”. A fin de cuentas es una metáfora con los humanos. Nos las damos de selectivos, pero cuando se trata de coger, lo hacemos con el primero que caiga sin importar nuestro “pedigree”. Espero todo salga bien.
4.- Sigo saliendo del clóset. Ésta ocasión lo hice con mi queridisima prima Faby. Dice que no hay problema y que me quiere más. Es curioso. En la estadística de lo que la gente creería qué es lo peor que uno ha hecho, en primer lugar está: “Haber matado a alguien”, en segundo: “Haber robado a alguien”, y en tercero: “Haber abusado sexualmente de alguien”. Bueno, al menos eso fue en lo que coincidieron todos aquellos a quienes les confesé, pero ninguno dijo “Ser gay”. Y es ese órden de ideas, todo ha sido color de rosa. Hoy comí en “Mama Rosa’s” de Polanco con Faby y su papá. Me tomé medio litro de “Sangre de Toro”. La pasamos muy bien. Salí algo mareado y me dirigí a dar vueltas sin rumbo fijo. Como ya dije, toda esta semana fue de tristeza en mi coche nuevo. Una paradoja.
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Me falta platicar sobre la peda que agarré con mi mejor amigo Julio, en un viaje express que hizo desde Puerto Vallarta, solo para venir a ver a una señora, casada y con hijos. Un día lo van a madrear...
Wednesday, May 05, 2004
Cómo envidio a los guapos...
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"Objeto deseado y no obtenido, tiende a ser destruido"
- Sigmund Freud
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"Objeto deseado y no obtenido, tiende a ser destruido"
- Sigmund Freud
Monday, May 03, 2004
(Escrito el sábado 24 de abril pero "posteado" hasta hoy)
...
Poco a poco comienzo a ver a mis primos, tías y un amigo de forma diferente. Bastante diferente. Lo que creí jamás ocurriría: en el lapso de dos semanas, salí del clóset ante mis dos primos, mis dos tías y mi mejor amigo Julio. Lo han tomado bastante bien.
El que más me preocupaba, era Julio, mi primo (mi amigo y mi primo se llaman igual, solo que uno tiene como agregado “César” y el otro no). Julio César siempre me vio como un ejemplo a seguir, de hecho, también estudió la carrera de abogacía. Tiene 22 años y una madurez que sobrepasa mis 33. Estábamos en mi auto. Me detuve y charlé con él casi una hora. Le conté todo. Lloré. Su consejo: “si lo que te falta para ser feliz, es a un cabrón a tu lado, hazlo”, y por último: “y si antes te admiraba, ahora te admiro más”.
Y lo mismo sucedió con mi primo Rodrigo. Todos han coincidido en que si lo mío es tener a alguien, debo hacerlo. Todos estos años que he estado cerrado a ello, quizá era por ese temor, pero supongo estarlo ya venciendo. Todo es poco a poco.
...
A pesar de que admito mi pecado de elocuencia, y de que lo que acabo de escribir será de peso para mi vida, no tengo ganas. Mi médico me ha recetado un antidepresivo. Dice que la causa de mis males es la angustia, los nervios, el stress, la ansiedad. Lo que no sabe es que según yo es la falta de amor. Es increíble que una pastillita blanca de medio centímetro, tenga los efectos que siento ahora. Me siento apendejado, pero sin sueño. Cuando estornudo o bostezo, los músculos se quedan entumidos unos instantes. Algo que me preocupa (como si me tocara sexo a diario) es que han desaparecido mis impulsos sexuales. Afortunadamente busco amor, no sexo, de lo contrario, estaría jodido. Siento que mi creatividad anda baja. No me dan ganas de hacer nada. He faltado mucho a clases, igual al taller de guiones, y eso que soy el Sr. Presidente.
Es sábado y me siento muy cansado. Además estoy bajo tratamiento de potentes antibióticos. Un exsudado faríngeo arrojó como resultado que mi afección/infección es por una bacteria llamada “estafilococo dorado” ¡dorado! que importante me sentí, creo que solo tengo tintes de riqueza en bacterias de la boca. Me han recetado 5 ampolletas. Llevo una.
Ya quiero reponerme...
Qué hueva tengo.
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Poco a poco comienzo a ver a mis primos, tías y un amigo de forma diferente. Bastante diferente. Lo que creí jamás ocurriría: en el lapso de dos semanas, salí del clóset ante mis dos primos, mis dos tías y mi mejor amigo Julio. Lo han tomado bastante bien.
El que más me preocupaba, era Julio, mi primo (mi amigo y mi primo se llaman igual, solo que uno tiene como agregado “César” y el otro no). Julio César siempre me vio como un ejemplo a seguir, de hecho, también estudió la carrera de abogacía. Tiene 22 años y una madurez que sobrepasa mis 33. Estábamos en mi auto. Me detuve y charlé con él casi una hora. Le conté todo. Lloré. Su consejo: “si lo que te falta para ser feliz, es a un cabrón a tu lado, hazlo”, y por último: “y si antes te admiraba, ahora te admiro más”.
Y lo mismo sucedió con mi primo Rodrigo. Todos han coincidido en que si lo mío es tener a alguien, debo hacerlo. Todos estos años que he estado cerrado a ello, quizá era por ese temor, pero supongo estarlo ya venciendo. Todo es poco a poco.
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A pesar de que admito mi pecado de elocuencia, y de que lo que acabo de escribir será de peso para mi vida, no tengo ganas. Mi médico me ha recetado un antidepresivo. Dice que la causa de mis males es la angustia, los nervios, el stress, la ansiedad. Lo que no sabe es que según yo es la falta de amor. Es increíble que una pastillita blanca de medio centímetro, tenga los efectos que siento ahora. Me siento apendejado, pero sin sueño. Cuando estornudo o bostezo, los músculos se quedan entumidos unos instantes. Algo que me preocupa (como si me tocara sexo a diario) es que han desaparecido mis impulsos sexuales. Afortunadamente busco amor, no sexo, de lo contrario, estaría jodido. Siento que mi creatividad anda baja. No me dan ganas de hacer nada. He faltado mucho a clases, igual al taller de guiones, y eso que soy el Sr. Presidente.
Es sábado y me siento muy cansado. Además estoy bajo tratamiento de potentes antibióticos. Un exsudado faríngeo arrojó como resultado que mi afección/infección es por una bacteria llamada “estafilococo dorado” ¡dorado! que importante me sentí, creo que solo tengo tintes de riqueza en bacterias de la boca. Me han recetado 5 ampolletas. Llevo una.
Ya quiero reponerme...
Qué hueva tengo.
